La calorimetría indirecta es una prueba que permite medir, de forma exacta, el gasto calórico en reposo de una persona. El gasto energético es la energía que necesita el organismo para mantener su peso y realizar las funciones necesarias a lo largo del día. Además, la calorimetría indirecta, mide las necesidades nutricionales de cada persona. Así podemos llegar a saber si el paciente posee un metabolismo lento o acelerado: esto nos indicará el aporte nutricional que necesita.
A menudo cuando una persona lleva meses, o incluso años, tratando de regular su peso este exámen nos puede dar la solución a este problema.
Tres fundamentalmente: la actividad física, la termogénesis de los alimentos y el gasto metabólico en reposo (que se consigue averiguar a través de este exámen).
El factor que se puede modificar más facilmente es la actividad física. Si consideramos el gasto energético en reposo con la actividad física que realiza un paciente, tenemos el gasto energético total. El gasto energético total es el que se considera finalmente para adecuar el plan de alimentación específico para cada paciente.
El paciente debe estar en ayunas 12 horas antes y no haber realizado ninguna actividad física durante ese período. Es recomendable llegar con una anticipación de 10 a 15 minutos para poder descansar correctamente en la sala de espera.
El exámen consiste en colocarse en posición horizontal sobre una camilla, se coloca un canopy sobre la cara y se conecta a un tubo por el cual pasa la respiración. Así se ingresa a la máquina que lo procesa y se obtienen los resultados. Esta prueba dura menos de 20 minutos y el paciente debe estar tranquilo sin mayor distracción.
El gasto de energía produce un intercambio de gases. Para gastar las calorías que aportan los nutrientes, el organismo consume oxígeno y al "quemarlas", produce dióxido de carbono. La calorimetría indirecta es, por tanto, una espirometría en la que se mide secuencialmente el consumo de oxigeno y la produccion de dióxido de carbono.
La calorimetría indirecta nos mide el gasto energético en reposo de una persona, es decir, nos dice las calorías que gasta su organismo en reposo. Así nos orienta sobre su metabolismo basal para determinar si éste es normal o bien está aumentado o disminuido.
La información obtenida mediante esta prueba nos permite calcular las necesidades energéticas diarias con el fin de instaurar un tratamiento dietético adecuado a sus características específicas.
En caso de sobrepeso, obesidad y obesidad mórbida.
El día anterior a la prueba se debe realizar una dieta ligera y no ingerir alimentos a partir de la noche. Además no se debe consumir alcohol ni realizar ningún ejercicio físico extenuante. El día de la prueba debe minimizarse la actividad física y evitar cualquier ejercicio físico, caminar ni realizar ninguna tarea doméstica.