Actividad física después de los 50 años: prevenir la pérdida de autonomía

Las personas de edad a menudo tienen dificultades en motivarse para hacer deporte regularmente. Por otra parte, sus capacidades físicas venidas a menos con los años no los incitan mucho. Pero, la mayoría ignora que los beneficios de una actividad deportiva regular y moderada son numerosos.

Investigadores efectuaron una revisión de la literatura con el fin hacer una lista de los beneficios de la actividad física sobre los sistemas cardiovascular, locomotor, neurocognitivo e inmunitario, así como sus consecuencias sobre la calidad y la esperanza de vida. También alertan sobre los riesgos que existen en personas de edad que practican una actividad física demasiado violenta o no adaptada.

Músculos y huesos

La edad y la disminución de la actividad física es la causa de una atrofia de los músculos y de una menor solidez de la estructura ósea. La actividad física regular mantiene una buena musculatura y una mejor solidez de los huesos, permitiendo una mejor autonomía, evitar las caídas y una pérdida de autonomía.

Disminución del envejecimiento

La actividad física regular favorece la disminución de los efectos del envejecimiento.

Aumento de la secreción de hormonas anabólicas

La actividad física estimula la secreción de ciertas hormonas, como la GH, IGF-I, DHEA o la testosterona, que disminuyen en el transcurso del envejecimiento. Estas hormonas participan en el bienestar y en mantener la masa muscular.

Rol sobre la inflamación, la inmunidad y los cánceres

El envejecimiento propicia una inflamación crónica que evoluciona sin que nos demos cuenta. La práctica de una actividad física podría favorecer una disminución de esta inflamación favoreciendo la modulación del estado inflamatorio.

Salud mental, Alzheimer, enfermedades neurovegetativas

La práctica de una actividad física tiene una incidencia positiva sobre el psiquismo y la salud mental a lo largo de la vida. Pero también tiene una influencia positiva sobre la prevención de las demencias, la ansiedad y la depresión, que se observan con más frecuencia en el envejecimiento.

Mejor calidad de vida

La actividad física mejora considerablemente la calidad de vida de las personas de edad que sufren de una disminución de la movilidad o tienen una discapacidad.

Aumento de la esperanza de vida

Numerosos estudios también resaltaron el impacto positivo de la actividad física sobre la esperanza de vida.

Enfermedades cardiovasculares: la actividad física es tan importante como los medicamentos

Varios estudios demostraron que el ejercicio tenía varios efectos positivos como los tratamientos medicamentosos en la lucha contra las enfermedades cardiovasculares.

Prevención de las caídas

Un equipo de Inserm publicó en The British Medical Journal, los resultados de un programa de ejercicios físicos basados en el equilibrio y el fortalecimiento muscular sobre la prevención de las caídas seguidas de fracturas u otros traumatismos. Este estudio reveló que los riesgos de caídas seguidas de lesiones más o menos severas disminuyó en aproximadamente un 20 % en las mujeres que realizaban ejercicios de equilibrio de 50 minutos una vez a la semana durante dos años y seguían consejos que permitían efectuar ejercicios en su domicilio.

Realizar actividad física moderadamente

Es indispensable convencer a las personas de edad realizar una actividad física regular aunque los ejercicios efectuados sean menos intensos y menos largos que los habitualmente recomendados. Ejercitarse aunque sea un poco es benéfico.

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Foto: © Patrizia Tilly - Fotolia.com

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