Calor y deshidratación

Durante el verano aumenta el riesgo de deshidratación

Para evitarlo se recomienda beber mucho líquido. Una gran variedad de bebidas que pueden incluir, además de agua, infusiones, refrescos, zumos, lácteos, etc

  • Una hidratación correcta es fundamental en estas fechas pero, aún más, para los grupos de población más vulnerables.
  • Se calcula que un 30% de la población española está en situación de riesgo de sufrir deshidratación.
  • Los españoles no están suficientemente informados de los riesgos que implica y no se hidratan adecuadamente.

Beber de 2 a 3 litros de líquidos al día

  • Durante el verano, con el calor y la humedad o al realizar actividades físicas, se pueden llegar a duplicar estas necesidades.

La deshidratación

  • La deshidratación puede ser una enfermedad relacionada al calor.
  • Otras causas que pueden llevarnos a la deshidratación son la diarrea, los vómitos o la fiebre.
  • Las personas que tienen más riesgo de deshidratarse son los niños y los mayores de 60 años.

Grados de deshidratación

Se clasifica en función del porcentaje de pérdida de peso corporal en:

  • Deshidratación leve.
  • Deshidratación moderada.
  • Deshidratación severa: puede llegar a ser mortal.

Causas

  • En circunstancias normales todos perdemos agua a través del sudor, las lágrimas, la orina y las heces.
  • En circunstancias normales esta pérdida es reemplazada al tomar agua, otras bebidas y alimentos que contienen agua.
  • Sin embargo, cuando una persona tiene fiebre, diarreas o vómitos o bien cuando se expone demasiado al sol o a altas temperaturas puede sufrir deshidratación.
  • Además, esta pérdida de agua se acompaña también de la pérdida de sales esenciales como el sodio, el potasio, el bicarbonato de calcio y el fosfato.

¿Qué síntomas y signos deben llamarnos la atención?

  • sed intensa.
  • orinar menos.
  • la piel seca.
  • la aparición de fatiga.
  • la aparición de mareos, confusión.
  • la boca seca.
  • las mucosas secas.
  • el aumento del pulso y la frecuencia respiratoria.

¿Cómo se manifiesta en los niños?

En los niños la deshidratación puede tener algunas características particulares

  • Falta de lágrimas al llorar.
  • Fiebre alta.
  • Pañales secos por más de 3 horas.
  • Boca seca y lengua seca.
  • Abdomen hundido.
  • Ojos y mejillas hundidas.
  • Irritabilidad.

¿Cómo se hace el diagnóstico?

La exploración de una persona con deshidratación por calor puede mostrar:

  • Una presión sanguínea baja.
  • Una presión sanguínea que desciende cuando la persona se incorpora desde una posición de acostado.
  • Una frecuencia cardiaca rápida.
  • A la piel le puede faltar su elasticidad normal y regresar a su posición lentamente al ser pinzada en un pliegue por el médico; la piel, normalmente, regresa de forma rápida a su posición.

Tratamiento

  • Deshidratación leve: el tratamiento consiste en re-hidratar al paciente con líquidos y suero oral. El suero oral se prepara añadiendo agua hervida a los sobrecitos de suero oral en polvo. De preferencia se deben administrar pequeñas cantidades de líquido, utilizando una cuchara o una jeringa, en vez de forzar al bebé o al niño a beber una cantidad grande de líquido de una sola vez.
  • Deshidratación moderada: la administración de líquidos se realizará por vía endovenosa.
  • Deshidratación severa: se trata de una verdadera son una urgencia médica que requiere la hospitalización del paciente y la administración de líquidos intravenosos. Existe una riesgo de muerte por lo que es una verdadera urgencia vital.

Prevenir, lo más importante

  • Hidratarse mucho, beber mucha agua especialmente cuando está trabajando o al aire libre y haga mucho calor.
  • Dar de beber mucho a los niños ya que ellos no son conscientes del problema que pueden llegar a tener si no beben.
  • Controlar que el aporte de líquidos es superior a lo que se pierde.
  • No practicar actividad física al sol durante las horas de máximo calor (entre las 11 y las 6 de la tarde).
  • Ingerir bebidas deportivas para ayudar a mantener el balance de electrolitos y sales.

Complicaciones

La deshidratación severa, en caso de no recibir tratamiento, puede llegar a provocar convulsiones, daño cerebral permanente y muerte

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