Ácido úrico - Análisis de sangre
Definición
El ácido úrico es un metabolito, una sustancia naturalmente fabricada por el organismo durante el metabolismo. Se encuentra también en ciertos elementos en gran cantidad; por lo que se hace difícil de eliminar.
Cuando la función renal funciona con normalidad, el ácido úrico es filtrado por los riñones y luego es eliminado mediante la orina. Cuando esto no se produce, el nivel de ácido úrico aumenta en la sangre, causando una hiperuricemia.
Análisis sanguíneo
El médico prescribe un análisis sanguíneo del ácido úrico principalmente a:
- Personas que sufren de una anomalía en el funcionamiento de los riñones.
- Personas con antecedentes de cálculos renales de ácido úrico.
- Personas que presentan una hiperuricemia (nivel de ácido úrico demasiado elevado).
- Personas que presentan una hipouricemia (nivel de ácido úrico insuficiente).
- Mujeres embarazadas, a menudo con tendencia a hiperuricemia.
- Personas con exceso de sobrepeso o que adopta una dieta alimentaria que favorece la hiperuricemia (alimentos que contienen mucha purina).
- Personas que sufren de dolores articulares, especialmente a nivel del dedo gordo del pie (síntoma de una crisis de gota).
Ácido úrico normal
- 40 a 60 mg/L ó 240 a 360 umol/L en el hombre.
- 30 a 50 mg/L ó 180 à 300 umol/L en la mujer.
- 25 a 40 mg/L ó 150 à 240 umol/L en el niño.
La hipouricemia es considerada cuando el valor es inferior a 20mg/L y la hiperuricemia cuando el nivel es superior a 80mg/L.
Ácido úrico alto
El nivel de ácido úrico en la sangre aumenta en los casos siguientes:
- Embarazo.
- Obesidad.
- Alcoholismo.
- Consumo de ciertos medicamentos (diuréticos, anticancerígenos, betabloqueantes, etc.).
- Régimen hiperproteínico.
- Esfuerzo muscular intenso.
- Menopausia.
- Diabetes.
Ácido úrico bajo
El nivel de ácido úrico disminuye en los casos siguientes:
- Embarazo.
- Insuficiencia hepática severa.
- Aumento importante de la frecuencia de eliminación urinaria.
- Consumo de medicamentos hipouricemiantes.
Atención
Los resultados pueden variar según las técnicas utilizadas por los laboratorios.
Los resultados no constituyen un diagnóstico. Es importante consultar a un médico para realizar exámenes complementarios o un eventual tratamiento.