La creatina quinasa es una enzima que se encarga de proporcionar energía al músculo y determinados órganos. Por eso es importante saber si los niveles de este componente en el organismo son los adecuados.
La creatina fosfoquinasa (CPK), también llamada creatina quinasa (CK), es una enzima (molécula constituida por aminoácidos) que se encuentra en diferentes tipos de tejidos. Esta enzima acelera la liberación de energía para el funcionamiento de los músculos, particularmente, pero también para otros órganos como el cerebro y el corazón.
Se han identificado tres tipos de creatina fosfoquinasa: CPK-BB en el cerebro, CPK-MB en el corazón y CPK-MM en los músculos. Esta última representa entre el 97 % y 99 % del total de creatina quinasa del organismo.
El médico prescribe un análisis de creatina fosfoquinasa para diagnosticar diversos trastornos que afectan a los órganos mencionados anteriormente, por ejemplo, un infarto de miocardio, enfermedades musculares (especialmente miopatía) o afecciones de las meninges.
El valor estará comprendido entre 0 y 195 UI/l en el hombre mientras que en la mujer deberá situarse entre 0 y 170 UI/l.
Los niveles altos de creatina fosfoquinasa pueden deberse a una actividad muscular importante, a traumatismos musculares repetidos, afecciones musculares, a una inyección intramuscular reciente o a la realización de una biopsia muscular.
Asmimsimo, padecer un infarto de miocardio, una miopatía metabólica, una glucogenosis, una alcoholemia tóxica o una hipertermia maligna también provocan niveles altos de creatina quinasa.
Ciertas enfermedades incrementan el nivel de creatina, por ejemplo, la meningitis, el hipotiroidismo, el Síndrome de Reye y la polimiositis, así como los traumatismos craneanos, algunos tumores (pecho, ovario y próstata) y el consumo de ciertos medicamentos hipolipemiantes.
A veces, los bebés tienen alta la creatina fosfoquinasa.
El consumo de anticoagulantes puede disminuir el nivel de creatina fosfoquinasa en la sangre.
Los resultados pueden variar según la técnica utilizada en el laboratorio. Por eso, los análisis no son suficientes para confirmar un diagnóstico. El médico deberá prescribir exámenes complementarios o un tratamiento.
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