Enfermedad de Parkinson: las complicaciones motrices de los medicamentos

La enfermedad de Parkinson es un trastorno crónico neurodegenerativo que afecta el sistema nervioso central y evoluciona lentamente.

Sus síntomas son el resultado de una degeneración prematura, progresiva e irreversible de las neuronas de la sustancia negra. Esta enfermedad neurológica provoca trastornos esencialmente motrices.

La enfermedad de Parkinson es una patología que evoluciona lentamente e insidiosamente.

La evolución de la enfermedad de Parkinson depende mucho de la rapidez con la que se inician los tratamientos médicos.

Aunque ningún tratamiento puede actualmente curar la enfermedad de Parkinson, medicamentos antiparkinsonianos juntos a un tratamiento total y a las reglas higiénico-dietéticas permiten vivir mejor con esta enfermedad.

No existe cura ni ningún medicamento que evita la progresión de la enfermedad. Los tratamientos medicamentosos son sintomáticos pero pueden ayudar considerablemente. Estos medicamentos principalmente mejoran los síntomas motrices de la enfermedad, como los temblores, la rigidez y la lentitud de movimientos.

Los medicamentos que pretenden subsanar el déficit de dopamina, como la levodopa, transformada en dopamina en el cerebro, son medicamentos que pueden provocar efectos secundarios serios que se deben conocer.

El enfermo puede presentar síntomas de intensidad variable, como bloqueo durante el día. Estos síntomas necesitan modificar los horarios de las tomas de los medicamentos y utilizar una forma del medicamento de liberación prolongada.

Las complicaciones motrices de los medicamentos como levodopa comprenden fluctuaciones motrices así como la discinesia.

Las fluctuaciones motrices

Las fluctuaciones motrices secundarias al tratamiento provocan una reaparición de las manifestaciones en el transcurso del día.

Existen 2 tipos de fluctuaciones motrices, la acinesia y los efectos On/Off que corresponden a reapariciones imprevisibles y transitorias de la enfermedad de Parkinson.

La acinesia

La acinesia más frecuente y típica es la que aparece después de tomar ciertos medicamentos; provocada por una disminución progresiva de la duración de eficacia de la levodopa debido a una duración corta.

Estas fluctuaciones son las más frecuentes y previsibles; provocan una reaparición transitoria de los signos de la enfermedad de Parkinson con una disminución del movimiento, de la espontaneidad y de la rapidez, rigidez de los gestos y una lentitud al caminar. La reaparición de un temblor también puede producirse.

2 tipos de acinesia de fin de dosis pueden aparecer: la acinesia matutina de fin de dosis y la acinesia nocturna de fin de dosis.

Durante la acinesia nocturna de fin de dosis, pueden aparecer dificultades para moverse en la cama o en levantarse lo que perturba el sueño del enfermo y le produce angustia. Durante la acinesia de fin de dosis que aparece por la mañana al despertar, pueden aparecer espasmos musculares que acompañan los síntomas de la enfermedad de Parkinson. Todos estos síntomas desaparecen la mayoría de las veces después de la primera toma del medicamento. En ese caso, el neurólogo debe readaptar las dosis.

El fenómeno On/Off

Las fluctuaciones motrices pueden ser más anárquicas e imprevisibles en relación a las tomas de medicamentos.

Este fenómeno llamado "On/Off ", más raro que las fluctuaciones de fin de dosis, corresponde a un bloqueo inesperado que aparece a los pocos segundos de tomar el medicamento. Estas fluctuaciones aparecen muy rápidamente, a veces a los pocos segundos de tomar el medicamento y desaparecen también rápidamente.

El OFF corresponde al período de bloqueo mientras que el ON corresponde a la fase normal cuando el enfermo tiene una motricidad totalmente normal.

El estrés puede agravar la intensidad de las manifestaciones que puede a veces provocar un bloqueo total de un movimiento.

La discinesia

La discinesia, que afecta a un enfermo de cada 3, se presenta con frecuencia cuando se toman los medicamentos durante 3 años en promedio. La discinesia es un trastorno que consiste en movimientos anormales involuntarios que pueden afectar diferentes partes del organismo y que aparecen en diferentes momentos del día. Producen una hipersensiblidad de los receptores dopaminérgicos.

Aparecen contracciones musculares, pequeños movimientos breves, estereotipados e imprevisibles que se parecen a conmociones musculares o contracciones musculares; los movimientos anormales involuntarios son localizados en uno o varios miembros, en el tronco, en el cuello o en la cara.

Las discinesias indican una estimulación dopaminérgica un poco severa cuando el nivel de la levodopa en la sangre es más elevado.

El neurólogo readaptará el tratamiento, fragmentando las dosis por toma, utilizando una forma de liberación prolongada y asociando medicamentos agonistas dopaminérgicos.

Existen discinesias que ocurren por la mañana, discinesias de principio y fin de dosis y discinesias durante la dosis, los más frecuentes aparecen durante el efecto máximo del medicamento.

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