El Dicloro Difenil Tricloroetano, o DDT, es un producto químico que se utiliza para luchar contra los insectos y los ácaros. Es un producto muy tóxico pero muy eficaz como insecticida. Gracias a él se ha podido erradicar el tifus y el paludismo en Europa. En cambio, por su toxicidad ha sido prohibido en muchos países. El DDT destruye la fauna en los sitios donde se pulveriza. No ha sido probado, a pesar de numerosos estudios, que el DDT represente peligro para el ser humano.