La persistencia retiniana designa la capacidad del ojo para superponer imágenes que acaban de ser vistas a otras imágenes montadas. Esta capacidad explica el fenómeno de la animación cuando miramos, por ejemplo, un dibujo animado: una secuencia de imágenes fijas que desfilan rapidamente antes nuestros ojos nos dá la sensación de movimiento. Distinguimos dos tipos de persistencias retinianas: la persistencia positiva, muy rápida (alrededor de 50 ms) y la persistencia negativa, que resulta de una exposición prolongada a la luz.