La sublimación es un concepto definido por Freud en 1895. Designa un mecanismo por el cual una persona se basa en la fuerza de un impulso sexual para realizar una actividad no relacionada con el sexo. La sublimación, según Freud, concierne principalmente a la creatividad artística. El impulso sexual es sublimado ya que se desvía hacia otros objetivos que se asocian generalmente con un objeto socialmente valorado. La sublimación puede manifestarse, por ejemplo, por la búsqueda de la grandeza en el arte.