La elección del tamaño de los implantes mamarios es un momento crucial que va a determinar en gran parte el éxito del aumento mamario.
Esta elección debe ser hecha con consejos de su médico porque hay de una parte, el deseo de la paciente, y del otro las posibilidades técnicas de la elección del implante. Estas posibilidades técnicas están directamente relacionadas a las características morfológicas de su pecho antes de la intervención. Es el cirujano quien va a determinar con su experiencia quirúrgica cuál es el volumen ideal o el máximo volumen permitido del implante mamario que podrá soportar la paciente.
En nuestros días los volúmenes solicitados por las pacientes crecieron aproximadamente el 30 % estos diez últimos años.
Se pasó de una demanda de 250 ml a una demanda actual de aproximadamente 350 ml en la actualidad. Esto plantea algún problema en materia de calidad del resultado.
Hay que saber que mientras el volumen escogido es menor, el resultado final cosmetológico será más natural y a la inversa. Pero la demanda siempre es una conjunción del resultado más natural posible con el mayor volumen posible.
Lo natural del resultado se ve cuando la paciente está desnudada o en traje de baño. El volumen se ve cuando las pacientes están vestidas. Una paciente puede estar satisfecha cuando está vestida e insatisfecha cuando se desviste.
La habilidad del cirujano va a consistir en ayudar a su paciente en escoger la mejor relación posible entre lo natural y el volumen.
Una paciente bien preparada y bien informada durante las consultas preoperatorias será una paciente satisfecha en la mayoría de los casos. El método más fiable es hacer probar un sostén especial que permite percibir las diferentes dimensiones de implantes y que la paciente podrá apreciar delante de un espejo y eventualmente con fotos comparativas. Las mismas pruebas podrán ser realizadas con trajes que cubran el sostén.
Esto permite tener una estimación más fiel del resultado vestida y desvestida. La ayuda del cónyuge (o de una amiga) es siempre aconsejada (salvo en casos raros) especificándole bien al paciente que es ella y solo ella quien asumirá su resultado.
Tomadas todas estas precauciones, es completamente excepcional que una paciente quede decepcionada luego de la operación. Una paciente siente la mayoría de las veces no haberse puesto implantes un poco más grandes. Allí entra el papel del cirujano en convencerla que esta elección era lo mejor y que una elección más grande no le caía bien. El pesar inverso es muy excepcional, pero cuando existe, se puede realizar una nueva intervención para la retirada o cambio de implantes por implantes más pequeños.
La evolución natural de la elección de los implantes es hacia volúmenes cada vez mayores. Esto es debido a la evolución natural de la especie o a que los individuos son cada vez más grandes. Pero la parte esencial de esta evolución proviene de los medios de comunicación que transmiten en imágenes y símbolos que incitan a elecciones de implantes más voluminosos. Las estrellas de la televisión y del cine son a menudo citadas como ejemplo durante las consultas para evocar los volúmenes deseados.
Es la responsabilidad del cirujano de limitar el volumen a una calidad del resultado esencial al ejercicio de esta especialidad. Le toca encontrar los argumentos para convencer a las pacientes de la elección del volumen adecuado a su figura y no uno de más volumen.
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