Cuando hablamos de agudización hablamos de una enfermedad crónica que se agudiza. Este término se utiliza, especialmente, en oncología y en dermatología. Se utiliza, por ejemplo, para designar un tumor maligno cuya evolución lenta se acelera de repente. Así, una leucemia mieloide crónica puede convertirse en una leucemia aguda y una leucemia linfoide crónica en un linfoma maligno. En algunos pacientes con una enfermedad de la piel como la psoriasis, hablamos de agudización cuando las lesiones localizadas se extienden y se agravan.