La patulina es una toxina producida por hongos microscópicos. Incluso una dosis baja de patulina es peligrosa para los seres humanos ya que que puede provocar lesiones en los pulmones, problemas renales y trastornos del bazo. Además, puede ser peligroso para el sistema nervioso y particularmente para las neuronas con las consecuencias que pueden aparecer (trastornos motores, parálisis, etc.). Para evitar su ingestión, es necesario limitar el crecimiento del moho.