La vitropresión (o diascopia) es una técnica que se utiliza en dermatología. El médico aprieta una lesión cutánea con una pequeña lámina de cristal ligeramente abombada (parecidas a las láminas que se utilizan en los microscopios) con el objetivo de expulsar la sangre de la zona y el comportamiento de la piel. Según el resultado el dermatólogo puede, por ejemplo, determinar si la lesión es debida a una dilatación de los pequeños vasos o si se trata de una lesión banal de poca importancia (lesión eritematosa que cursa con una coloración roja) que no desaparece al ceder la presión.