Un examen médico que requiere una sección de la piel es un examen invasivo. No necesariamente se ha de sentir dolor durante un procedimiento invasivo, pero la utilización de anestesia (local o general) generalmente es necesaria. Los exámenes invasivos pueden requerir de que el paciente sea hospitalizado. En general, es preferible realizar exámenes no invasivos, ya que el nivel de riesgo es menor y también sus efectos secundarios. Entre las pruebas invasivas podemos citar la punción pleural o la angiografía coronaria.