Hablamos de ovocito atrésico para referirnos a la destrucción espontánea de un ovocito, hecho que puede ser comparado con un suicidio. El ovocito atrésico se destruye por su mala calidad, que pone en peligro su propio desarrollo o incluso su supervivencia. El ovocito atrésico muere por sí mismo antes de poderse transformar en un embrión. En un ciclo hormonal normal, los ovocitos atrésicos no se detectan: se ponen en evidencia durante los procesos de fecundación asistida. Estos ovocitos no son seleccionados ni implantados en la cavidad uterina.