La hepatitis B es una enfermedad viral debida a una infección por el virus de la hepatitis B (VHB). Se caracteriza por una inflamación del hígado y es potencialmente grave.
Si un paciente presenta comportamientos de riesgos y ciertos síntomas específicos (por ejemplo: orinas oscuras, cansancio, heces líquidas, ictericia, náuseas o vómitos, fiebre), el médico puede prescribir un análisis de sangre para un despistaje de la hepatitis B.
El diagnóstico de hepatitis B es realizado en base a un análisis sanguíneo de diferentes "marcadores" de la enfermedad. El análisis permite también seguir la evolución de la enfermedad en un paciente infectado (por ejemplo: consecuencias en la actividad del hígado así como su evolución).
La presencia o la ausencia de los anticuerpos anti-HBs, anti-HBc, anti-HBe y antígenos HBs y Hbe es buscado para:
Según la técnica utilizada por el laboratorio, los resultados podrían variar.
Los resultados no constituyen un diagnóstico. Es importante consultar a un médico con el fin de prever exámenes complementarios o un eventual tratamiento.