Un agente anticolinérgico es una sustancia que se opone a la acción de la acetilcolina, una molécula que actúa como neurotransmisor y que permite la comunicación nerviosa entre dos neuronas. La acetilcolina es clave para la actividad de la memoria, el aprendizaje y la actividad muscular. También tiene el efecto de aumentar temporalmente el diámetro de una arteria. Los anticolinérgicos se utilizan para aumentar la frecuencia cardíaca, reducir los síntomas de la enfermedad de Parkinson, disminuir las secreciones del estómago o de otras glándulas del cuerpo. No se deben utilizar en casos de hipertrofia de la próstata, insuficiencia cardíaca, en algunos casos de glaucoma o en mujeres embarazadas.