La sarna o escabiosis es una enfermedad de la piel provocada por un ácaro que se introduce debajo de la piel, donde cava túneles y deposita sus huevos. Puede aparecer en cualquier lugar del mundo y afectar a cualquier persona.
La sarna es una enfermedad producida por la infestación del ácaro sarcoptes scabiei, que se disemina por contacto entre miembros de una familia, contacto sexual y convivencia en guarderías o instituciones cerradas.
El ácaro adulto hembra hace túneles en la epidermis, donde vive unos 30 días y pone 2 o 3 huevos al día. El huevo se incuba en 5 días y la larva se mueve hacia la superficie. Alcanza el estado adulto a los 12 días y vive en la piel, lo que perpetua el ciclo. El periodo de incubación es de 2 a 3 semanas. Genera lesiones en la piel y picores que empeoran durante la noche.
Esta patología no tiene que ver con la falta de higiene. Cursa con erupciones y protuberancias similares a granos, pequeñas ampollas o descamación. Pueden aparecer también pequeñas elevaciones lineales con curvas en la piel (surcos hechos por los ácaros de la sarna en la superficie de la piel).
La transmisión se efectúa directamente por contacto humano o con la ropa y los objetos personales de una persona afectada. También el contagio por vía sexual es posible. Los sujetos infectados son contagiosos durante los periodos de incubación. No es frecuente el contagio por un contacto rápido y casual, como un apretón de manos, un abrazo o por sentarte en un retrete. En general, la sarna se contagia por contacto personal muy cercano con una persona infectada.
La sarna se localiza esencialmente entre los dedos, las muñecas, los codos, las axilas, el ombligo, las nalgas y los órganos genitales externos.
Es un problema más frecuente en niños menores de 15 años. Las zonas del cuerpo donde se localizan las lesiones son los genitales, los espacios interdigitales (entre los dedos), la superficie frontal de las muñecas, la zona de los codos, las axilas, alrededor de los pezones, a lo largo de la línea de la cintura y en la parte inferior de las nalgas. Se sospecha esta patología cuando el niño presenta una picazón intensa o este tipo de lesiones en las zonas del cuerpo mencionadas.
El bebé se rasca, se agita y efectúa movimientos en todos los sentidos, ya que intenta calmarse al frotarse la espalda. Las lesiones provocadas por el rascado se extienden por todo el cuerpo. La erupción es a menudo vesículo-pustulosa, a veces papulosa y los picores predominan en las extremidades. Las llamadas "madrigueras de los ácaros" se encuentran, sobre todo, en las palmas y las plantas de los pies. La cara del bebé no suele estar afectada, aunque el cuero cabelludo puede.
A veces se observa una sobreinfección de las lesiones que agrava la erupción y provoca ganglios y fiebre. Los surcos característicos de la sarna no siempre están presentes y pueden aparecer nódulos en la parte baja de la espalda, los órganos genitales y las axilas, mientras que las pápulas o pústulas en las palmas de las manos y en las plantas de los pies.
La sarna es a veces difícil de diagnosticar. Las lesiones específicas de la sarna que acompañan al prurito, los surcos o vesículas no siempre se encuentran. Solo un médico o un enfermero mediante la visualización directa de las lesiones puede hacer el diagnóstico. Es posible que intenten buscar evidencias de los ácaros y los huevos en la piel e, incluso, obtener un ácaro del extremo de un surco para estudiarlo al microscopio.
Sin embargo, es posible estar infectado aunque el médico no encuentre ácaros ni huevos en la piel. El haber tenido contacto cercano con una persona diagnosticada de sarna puede orientar. Si piensas que tienes sarna, tómalo con calma. La sarna es fácil de curar con medicamentos. A veces es necesario llevar a cabo un tratamiento de prueba para asegurar el diagnóstico. Es posible también hacer pruebas para diagnosticar sarna en el consultorio del médico o en una clínica.
Existen tratamientos locales y con medicamentos. Existen diferentes maneras de aplicarlos, de acuerdo con la edad del niño. Solo el médico o el farmacéutico pueden aconsejarte.
El fármaco más conocido es el benzoato de bencilo (Ascabiol) en loción. Se utiliza en aplicación única, tras haber tomado un baño o una ducha. A continuación hay que aplicarlo por todo el cuerpo desde la cabeza (cuero cabelludo incluido) hasta los pies. Dejar secar 15 minutos, aproximadamente, y luego volver a empezar. No lavar durante 24 horas y después aplicarlo una tercera vez. Dejar el producto durante 24 horas antes de aclararse. Cambiar la ropa en ese momento y tomar un baño el tercer día.
Los picores pueden persistir todavía algunos días tras el tratamiento. Hay que tratar a todos los miembros de la familia, hervir la ropa (incluso la ropa interior), las mantas y la ropa de cama.
En los perros existen dos tipos de sarna: la demodésica (causada por el ácaro Demodex canis) y la sarcóptica (causada por el Sarcoptes scabiei). La sarna de un perro u otro animal infectado también puede transmitirse a un humano a través de objetos que hayan estado en contacto con alguno de ellos. Ciertos factores provocan que los perros tengan más probabilidades de contraer esta enfermedad como la higiene escasa, el entorno insalubre, la mala salud, las defensas bajas, la nutrición deficiente o el contacto frecuente con perros extraños.
Entre los síntomas más comunes existen el prurito, el enrojecimiento y la inflamación de la piel con lesiones de rascado constante. El perro se frota contra objetos y el suelo, no come y pierde peso, el pelo cae con facilidad y aparecen zonas sin pelo, erupciones en la piel en forma de manchas rojizas, escamas, heridas y llagas con mal olor.
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