Su nombre deriva del latín taurus (que significa toro) e indica el descubrimiento de esta sustancia, cuando en 1827, científicos alemanes la encontraron en la bilis del toro y no en los testículos, como se suele pensar.
La taurina es un aminoácido sintetizado por el cuerpo, que se encuentra principalmente en el hígado y concretamente en la bilis. Interviene en el proceso de digestión y juega un papel importante en las funciones del corazón y en ciertas funciones musculares, ya que mejora la eliminación de determinadas sustancias indeseables producidas durante el ejercicio.
La taurina se puede tomar a través de diversos alimentos, incluyendo algunas bebidas energéticas, que consideran a esta molécula como un "energizante" y esto ha provocado un aumento en su venta. El consumo de estas bebidas debe ser controlado ya que puede generar riesgos potenciales, incluyendo ansiedad, aumento de la presión, insomnio y taquicardia, así como problemas renales y gastrointestinales. El uso excesivo y administración a los niños es totalmente contraindicado.