La operación de la rinoplastia tiene por objeto embellecer las narices que la naturaleza no hizo perfectas o corregir las narices que accidentes o traumatismos diversos estropearon. También corrige anomalías que pueden molestar la respiración.
Los resultados de la intervención son la mayoría de veces excelentes, pero hay que esperar 3 meses para que la zona operada termine de desinflarse y que la piel se adapta a la nueva estructura ósea y cartilaginosa. Es sólo a partir del sexto mes y hasta a veces luego de un año que el resultado final puede ser realmente apreciado. Es necesario un seguimiento de la operación por parte del cirujano y si un defecto cualquiera aparece en el transcurso del tiempo, una segunda rinoplastia o un retoque son completamente posibles.
En algunos países el Seguro Social asume los costos de la rinoplastia en casos de un trastorno funcional (por ejemplo: molestia respiratoria) o una deformación por un traumatismo. Para ello, el cirujano debe redactar una solicitud previa que el paciente debe dirigir a su centro de Seguro Social.
Una cirugía de la nariz por motivos estéticos jamás es asumida por la Seguro Social e incumbe al cirujano redactar un presupuesto que detalla la suma global de la intervención. En algunos países un plazo mínimo de reflexión de 15 días es obligatorio entre la entrega de este presupuesto y la intervención.