Hablamos de electrización cuando una corriente eléctrica atraviesa el organismo. Al contrario que la electrocución, la electrización no suele comportar la muerte de la víctima. Sin embargo se debe tratar lo más rapidamente posible y puede ser más o menos violenta. Se caracteriza por una arritmia cardíaca aunque puede provocar, incluso, un paro cardíaco, alteraciones del sistema nervioso y tensiones musculares. La electrización causa, en la mayoría de los casos, quemaduras y deben ser tratadas inmediatamente.