El suplicio de la estrapada designa un método de tortura que se utilizó sobretodo en la época de la inquisición. Consiste en atar las manos de la víctima detrás de la espalda con ayuda de una cuerda y atarle pesos pesados en los pies. Después de eleva a la víctima con una polea y se le mantiene suspendido hasta que los miembros estén completamente distendidos. Se suelta bruscamente entonces a la víctima sin dejarlo tocar al suelo, lo que provoca una dislocación de los miembros.