Los excipientes son sustancias cuya función en darle un cierto atractivo al medicamento y/o que sea más fácil de tragar influyendo sobre su color, su sabor y su olor. También pueden mejorar la disolución de un medicamento en el agua o determinar su forma (líquida, gel,...). Resumiendo, los excipientes favorecen la toma de los medicamentos pero no tienen, en realidad, funciones terapéuticas. En esto se diferencias de las sustancias activas de los medicamentos que son las que curan la enfermedad. Sin embargo ciertos excipientes pueden provocar alergias. Este problema lo solemos encontrar con los medicamentos genéricos que habitualmente utilizan otros excipientes que el medicamento de marca.