También conocido como cardioversión o shock eléctrico, la desfibrilación designa un procedimiento médico que consiste en administrar una dosis bien definida de corriente eléctrica en el corazón de un paciente con el fin de detener un transtorno cardíaco. Fue Carl Wiggers el primero en probar esta técnica en animales en la década de 1940 antes de aplicarlo al hombre en 1947. Para practicar la desfibrilación, el socorrista o el profesional de la salud utiliza un desfibrilador que se compone de un bloque eléctrico y un modo de transmisión (electrodo o paletas conductoras).