La sacarina es un polvo blanco que tiene un poder edulcorante mucho más alto que el azúcar. Esta sustancia es muy antigua y a pesar de su dulzura, no aporta ninguna caloría. Es por eso que se denomina "falso azúcar". La sacarina se elimina directamente a través del sistema digestivo sin pasar por la sangre. Pero le da una a los alimentos o a las bebidas un sabor ligeramente amargo o metálico. Algunos edulcorantes se añaden a los alimentos para disimular este sabor desagradable.