El anclaje es en psicología una dificultad para deshacerse de una primera impresión. También es una técnica utilizada en la programación neurolingüística (PNL). Consiste en crear una asociación entre una emoción y una estimulación externa. Hablamos, por ejemplo, de anclaje cuando un perro saliva cuando oye una campana. Este fenómeno es interesante en la medida en que puede convertir un hábito en un reflejo gracias a un estímulo. Se utiliza en la publicidad, la comunicación, la educación y el tratamiento de ciertas fobias.