Llamamos asparagina a un aminoácido no esencial (es decir, producido naturalmente por el organismo) que deriva del ácido aspártico. En la naturaleza hay muchas fuentes naturales de asparagina, especialmente los productos lácteos, los huevos y la carne. Los espárragos también contienen asparagina que les confiere el olor de la orina característico después de su ingestión. La asparagina interviene en el buen funcionamiento del sistema nervioso.