El núcleo supraquiasmático está situado en el hipotálamo, justo por encima del quiasma óptico. Esta estructura tiene un papel primordial en la regulación de los ritmos circadianos (ciclos ligados a la alternancia de día y noche). Utiliza numerosos neurotransmisores y neuropépticos como la vasopresina. Actúan sobre diferentes órganos del cuerpo humano. Permiten, por ejemplo, controlar los ritmos de sueño, la producción de hormonas, la regulación de la temperatura corporal, las funciones digestivas,...