Las válvulas aórticas transcutáneas designan una técnica médica indicada en algunos pacientes portadores de estenosis aórtica (estrechamiento de la válvula aórtica). Desde 2002 existen bioprótesis valvulares aórticas implantables que se pueden colocar sin tener que abrir el tórax del paciente. Esta técnica innovadora fue inventada por el cardiólogo francés Alain Cribier y permite intervenir a pacientes hasta ese momento inoperables por presentar un riesgo de complicaciones elevado. La intervención se realiza con anestesia local.