La vigilancia es un estado de atención. Según las diferentes disciplinas, esta atención pertenece a un terreno en particular como por ejemplo el cuadro de la prevención de riesgos (materiovigilancia, hemovigilancia, vigilancia meteorológica...), a la intensidad de concentración sobre un sujeto particular en psicología o, al contrario, sin objeto definido pero con una apertura al conjunto de los elementos exteriores en filosofía. En neurlogía, define el estado de consciencia de un individuo y se mide con ayuda de la escala de Glasgow.