Cuando la respuesta inmunitaria desensadenada no es suficiente para eliminar los microorganismos extraños del cuerpo humano, el sistema inmunitario activa, entonces, las reacciones inmunitarias menos rápidas pero más potente. En este caso hablamos de defensa inmunitaria específica. Estas respuestas inmunitarias particulares implican un mejor reconocimiento de los antígenos. Las responsables son células específicas, del tipo de los linfocitos T, que detectan patógenos o células infectadas y que ponen en marcha el proceso para su eliminación. La defensa inmunitaria específica pertenece a la inmunidad adquirida.