El hidróxido de litio, antiguamente denominado litina, es un cristal blanco que se obtiene mezclando agua y litio. Cercano a la potasa y a la soda, es sin embargo más denso y su masa es menos importante lo que permite utilizarlo más facilmente en ambientes más confinados. Se utiliza esencialmente para purificar el aire en los submarinos y en misiones espaciales. También se emplea en el sector nuclear para neutralizar los efectos del ácido bórico.