La fascitis necrotizante es una enfermedad poco frecuente y potencialmente grave que afecta a los tejidos cutáneos profundos. Esto se debe principalmente a un tipo de bacteria, el estreptococo A, y representa la evolución de la erisipela no tratada adecuadamente; otras bacterias se encuentran a menudo también si se realizan pruebas. Estas bacterias liberan toxinas que atacan y destruyen a las células vivas.
La fascitis necrotizante comienza con dolor, la parte afectada rápidamente comienza a hincharse y enrojecerse y luego se vuelve negra. Por último, aparece la necrosis o muerte celular. En una etapa avanzada, largas placas negras y sangrantes empiezan a invadir toda el área afectada. La evolución de la fascitis necrotizante es una grave sin la atención adecuada y debe ser tratada de inmediato con antibióticos y en ocasiones con la eliminación quirúrgica de las áreas necróticas.