El cerebelo forma parte del encéfalo y se compone de dos hemisferios que rodean una parte central denominada vermis. Se trata de un centro nervioso que, entre otras funciones, se encarga de la regulación de las funciones motrices. Sobretodo permite la coordinación del movimiento y el equilibrio. Cuando el cerebelo se lesiona aparecen un conjunto de síntomas que se conocen como síndrome cerebeloso.
La posición vertical se vuelve difícil con oscilaciones y una tendencia a la caída, los movimientos son lentos, imprecisos y desordenados. También observamos una disminución del tono muscular.
El cerebelo también interactua con otras estructuras del sistema nervioso, lo que explica que una afectación del cerebelo pueda provocar la aparición de otros síntomas que a priori no son específicos de este órgano.