La dieta vegetariana excluye todas las proteínas animales de la alimentación: esta dieta se basa en una alimentación estricta sólo a base de frutas, verduras y cereales.
En cada comida se debe consumir cereales y legumbres con el fin de cubrir las necesidades de proteínas.
Algunas personas vegetarianas se permiten consumir carne de vez en cuando.
Los huevos y los productos lácteos, que aportan el hierro suficiente, están permitidos.
Se desaconseja esta dieta para los niños por las carencias que podría provocar.
Las mujeres embarazadas deben ser prudentes ya que sus necesidades de hierro son más importantes y deberán consumir más huevos y frutos de mar.