La hipersexualidad o sexualidad compulsiva, se traduce por la búsqueda constante del placer sexual. La persona tiene una líbido exageradamente activa, que puede describirse como obsesiva y puede impactar de forma negativa sobre la vida social del paciente. Las causas psicoafectivas se consideran que pueden ser las responsables. En cambio, una hipersexualidad súbita puede explicarse por un origen neurológico, especialmente por una afectación del sistema límbico, o por causas medicamentosas (tratamiento contra la enfermedad de Parkinson). La ninfomanía es la hipersexualidad en la mujer, la satiriasis es la hipersexualidad en el hombre. Ambos términos han sido extraídos de la mitología.