El mal de Pott es una forma de tuberculosis ósea que afecta a las vértebras. Se trata de una enfermedad rara actualmente, que antiguamente afectaba más a los niños y a los trabajadores inmigrantes. Los síntomas se manifiestan de forma progresiva: dolores raquídeos que se acentúan por el esfuerzo o la fatiga, tos, contracturas musculares, pérdida del apetito...Un diagnóstico preciso es esencial para frenar el desarrollo de la enfermedad. El tratamiento puede ser médicamentoso (antibióticos antituberculosos) o quirúrgico.