Producto toxico y cancerígeno, la creosota es una sustancia química formada por aceites extraídos de los alquitranes de madera o de carbón. Utilizados durante mucho tiempo en el tratamiento de la madera y también para proteger las vías del ferrocarril, también ha tenido su utilidad farmacológica en el tratamiento de la tuberculosis y en ciertos cuidados dentales. Está prohibido pero sigue estando presente sobre todo en las chimeneas, la creosota es altamente inflamable. Las personas expuestas durante mucho tiempo, como los deshollinadores, pueden desarrollar cáncer del escroto.