La ciprina es el líquido que secretan las glándulas de Bartolino en las mujeres durante la excitación sexual. Éstas se sitúan a ambos lados de la vulva. Parecido al líquido preeyaculatorio de los hombres, la ciprina lubrica las paredes de la vagina y los labios menores para favorecer la penetración. Pero cuidado: no se ha de confundir la ciprina con las pérdidas vaginales. Muchos factores (ciclo menstrual, consumo de drogas, alimentación, infección...) pueden cambiar la textura, el olor y el color de la secreción de ciprina.