En número de dos, las glándulas de Bartolino están situadas a ambos lados de la vulva. En el momento de la excitación sexual, estas glándulas secretan la ciprina, un líquido que lubrifica la vulva y la vagina. Las glándulas de Bartolino no funcionan antes de la pubertad. En el momento después de la menopausia involucionan y dejan de funcionar. Se puede formar un quiste a nivel de una glándula de Bartolino. Aparece como un engrosamiento a la entrada de la vagina. No representa ningún peligro pero si el quiste se infecta (bartolinitis) el dolor puede ser importante. Un tratamiento antibiótico suele ser suficiente a la paciente en la mayoría de los casos.