Un centro de venopunción supervisada designa un lugar donde los toxicómanos drogodependientes van a inyectarse la droga. Estos lugares tienen vigilancia y supervisión por parte de profesionales de la salud. No se suministra la sustancia ilegal pero el paciente puede disponer de jeringas nuevas. El propósito de esta iniciativa controlada es reducir el riesgo de transmisión de enfermedades y crear un vínculo con el adicto con el fin de que éste abandone la droga. También se les denomina salas de inyección y este tipo de locales a menudo son objeto de controversias.