Lucentis es un medicamento utilizado en el tratamiento de ciertas enfermedades oculares que causan una pérdida parcial de la visión. Se presenta en la forma de una solución inyectable administrada por un oftalmólogo por vía intravítrea.
Lucentis es indicado en los adultos afectados por una pérdida parcial de la visión por:
Se recomienda una inyección de 0,5 mg al mes, excepto en caso de neovascularización coroidea (una sola inyección). La duración del tratamiento depende del mejoramiento de la visión del paciente.
Lucentis es contraindicado en los pacientes que presentan una hipersensibilidad a su principio activo (el ranibizumab) o a otra sustancia que entra en su composición y en quienes son afectados por una infección ocular o una inflamación intraocular.
Lucentis puede causar efectos secundarios oculares, especialmente dolores, aumento du circulación sanguínea (hiperemia) o de la presión al nivel del ojo, hemorragias de la retina, picores y problemas de la vista. Los efectos secundarios no oculares incluyen dolores de cabeza, rinofaringitis y dolores articulares (artralgia).
Existen otros efectos secundarios oculares bastante raros pero graves, como endoftalmia (inflamación de los tejidos oculares), pérdida total de la visión (ceguera), desgarro o desprendimiento de la retina.
En los 60 minutos siguientes a la inyección, existe un riesgo de presión intraocular. Por esta razón, el paciente debe ser vigilado durante el tratamiento. Este seguimiento debe ser asegurado durante cada semana después de la inyección con el fin de tratar una infección eventual lo antes posible.