La xantina es un producto que resulta de la degradación del ADN y del ARN. La mayor parte de la xantina se degrada en ácido úrico por el efecto de la xantina-oxidasa (un enzima) y se elimina en parte a través de la orina. En condiciones normales las tasas urinarias de xantina son inferiores a 90 miligramos por litro en el hombre y a 60 mg en la mujer. Un aumento de esta tasa puede tener varias causas: un déficit de hipoxantina-guanina-fosforibosil-transferasa o HGPRT (que se observa en el síndrome de Lesch-Nyhan) o por un déficit congénito en xantina oxidasa sobretodo.