La yersinia enterolítica es una bacteria muy abundante en el suelo, el agua y las plantas. Aunque se encuentra presente en las heces de muchas personas sin provocar patologías particulares (son portadores sanos), también puede provocar inflamaciones intestinales. En los casos más severos estas enterocolitis pueden transformarse en septicemias y afectar a los ganglios linfáticos siendo responsables en estos casos de una poliartritis.