Este término proviene del latín y quiere decir piel suelta. La cutis laxa forma parte de las enfermedades raras y huérfanas. Esta enfermedad genética sólo afecta actualmente a un centenar de personas en el mundo, según las estimaciones. El cutis laxa se caracteriza por una pérdida extrema de elasticidad de la piel que acaba por formar grandes pliegues. Este trastorno, que afecta al tejido conectivo, se divide en tres tipos distintos. La cutis laxa primaria es hereditaria y aparece desde el nacimiento a diferencia de cutis laxa secundaria que se declara más tarde. Por último, el cutis laxa adquirida, que no es hereditaria y que se declara más tarde. No existe un tratamiento específico para la cutis laxa.