En anatomía, un canalículo designa un pequeño canal. Nuestro cuerpo contiene una multitud de canalículos. Estos pequeños conductos están religados a otros conductos más grandes y forman una vasta red. Por ejemplo, los canalículos biliares se sitúan a nivel del hígado. Permiten transportar la bilis secretada por las células del hígado. Según la región en la que se encuentran hablaremos de canalículos alveolares, lacrimales, intralobulares, perilobulares, óseos o prostáticos.