Una hospitalización de día (o ambulatoria) es una hospitalización que dura menos de 24 horas y en la que el paciente entra y sale del hospital el mismo día. Cada vez se realizan más actos en hospitalización de día: pequeñas cirugías (operaciones de ojos con láser, extirpación de pecas, por ejemplo), quimioterapias, diálisis, etc. Se prefiere este tipo de hospitalización porque, por una parte se reducen los gastos de funcionamiento de las estructuras hospitalarias y por otra para mejorar el confort de los pacientes que pueden volver a su casa el mismo día.