También llamados "lunares", los nevus están compuestos por melanocitos (células pigmentarias de la piel), cuya profundidad en la piel determina el tipo de nevus:
Los nevus tienen a menudo el aspecto de manchas marrones o de sobreelevaciones de la piel y son de color carne a marrón oscuro. Su color depende del fototipo: a menudo son más claros en las personas pelirrojas o rubias y más oscuros en la personas de cabellos negros.
Sin embargo, no toda mancha marrón corresponde a un nevus y solo un dermatólogo pude diagnosticarlo y distinguirlo de otras manchas marrones como lentigo, pecas, queratosis seborreicas o un nódulo cutáneo.
Los nevus son susceptibles de sufrir un cambio en el transcurso de la vida. Debe de consultarse con el dermatólogo todo cambio de forma, de color o de volumen del nevus para detener su transformación en melanoma.
El médico podrá realizar la extirpación del nevus si lo cree conveniente.