Higiene adecuada del pie diabético
Si una lesión de un pie diabético no se trata como se debe, podría tener consecuencias terribles e incluso llegar a la amputación.
Alteraciones de la sensibilidad y de la percepción del dolor
- Los pacientes diabéticos tienen problemas de sensibilidad al calor y al frío.
- Además sufren una disminución de la percepción del dolor: no sienten los traumatismos que pueden presentarse en el pie y corren el riesgo de lastimarse sin notarlo.
Resequedad de la piel
Por lo general, el paciente presenta resequedad en la piel del pie lo que provoca heridas que pueden desencadenar infecciones.
Las callosidades del pie provocan deformaciones que pueden desarrollarse y causar heridas posteriores.
Reduzca los factores de riesgo y evite una arteriopatía o una neuropatía
- Mantenga los niveles de glucemia en los niveles fijados por su especialista (diabetólogo).
- No fume.
- Controle su tensión arterial.
- Controle su índice de colesterol.
Una higiene adecuada
El pie diabético que ha perdido su sensibilidad está más expuesto a las heridas. Cuide sus pies, realice una higiene adecuada, mantenga las uñas cortas, utilice zapatos cómodos y visite regularmente al podólogo. Todas estas medidas reducen el riesgo de presentar lesiones en el pie que, en el caso de los pacientes diabéticos, pueden ser peligrosas.
- Lave sus pies todos los días con agua tibia y jabón .
- Seque bien sus pies, especialmente el espacio entre los dedos, para prevenir la aparición de micosis y que se produzca una sobreinfección.
- Aplique una crema hidratante si la piel del pie está seca.
- Lime la piel endurecida o suavice los callos con un utensilio adecuado, por ejemplo, una piedra pómez.
Lo que NO se debe hacer
- Evite la uñas muy cortas, no las corte demasiado (es mejor limarlas).
- No utilice instrumentos cortantes para los callos o para la piel endurecida.
- Evite dejar los pies sumergidos en agua durante mucho tiempo.
- No camine descalzo.