La gingivitis es la enfermedad periodontal más frecuente. Benigna en su forma simple, esta patología necesita, sin embargo, un seguimiento regular y la puesta en ejecución de reglas de higiene bucodentales estrictas para reducir los riesgos de complicaciones.
La gingivitis es la inflamación de la encía, la mayoría de las veces debido a la acumulación de placa dentaria (bacterias) en la fibromucosa gingival.
En general indolora, pero evolutiva, la gingivitis constituye la enfermedad periodontal más frecuente.
Además del sarro, los factores que favorecen la aparición de una gingivitis son los siguientes:
La gingivitis simple (crónica), debido a la acumulación de sarro, se manifiesta por los síntomas siguientes:
El tratamiento se basa en una profilaxis dental regular (cada 4 a 6 meses para los pacientes sujetos a las recidivas), la aplicación de reglas de higiene bucodental adaptadas como el cepillado regular para la eliminación sostenible de la placa dentaria (por lo menos dos veces al día) y la utilización de ciertas pastas dentarias gingivales con propiedades analgésicas pueden ser prescritas con el fin de reducir la inflamación de las encías.
La gingivitis simple no tratada puede evolucionar a una periodontitis, una afección crónica que puede llevar a una retracción de encías o retracción gingival y la pérdida de los dientes.
En el estado de periodontitis o en caso de agravación de la gingivitis, varios tratamientos específicos pueden ser contemplados: irrigaciones subgingivales, alisado radicular y antibioterapia.
Otros tipos de gingivitis aparecen en contextos muy precisos: